La cifosis dorsal y cervical es una condición que afecta a la curvatura natural de la columna vertebral, generando una inclinación excesiva que puede llegar a ocasionar molestias físicas y problemas posturales.

Aunque comúnmente está asociada a la edad avanzada, esta alteración puede llegar a presentarse en personas de cualquier edad debido a diferentes causas, como traumas, enfermedades degenerativas o malos hábitos posturales.

¿Qué es la cifosis dorsal y cervical?

La cifosis es una curvatura excesiva hacia delante en la columna vertebral. En el caso de la cifosis dorsal, afecta principalmente en la parte torácica, mientras que en la cifosis cervical compromete las vértebras del cuello. Esta desviación puede variar en gravedad, desde leves deformidades posturales hasta casos más severos que requieren una intervención médica.

En situaciones más avanzadas, la cifosis puede estar vinculada a una patología de la columna degenerativa, lo que agrava los síntomas y limita la calidad de vida del paciente. Entre las señales más comunes se encuentra el dolor crónico, rigidez y dificultad para realizar actividades del día a día. Es importante tratar la cifosis desde sus etapas iniciales para evitar complicaciones mayores en un futuro.

Causas y síntomas de la cifosis dorsal y cervical

Factores de origen

La cifosis dorsal y cervical puede ser la consecuencia de múltiples causas, entre las que caben destacar trastornos degenerativos como artrosis u osteoporosis, que consiguen debilitar las vértebras. También se crean por traumas directos o lesiones que alteran la estructura de la columna. Malas posturas prolongadas, sobre todo en actividades sedentarias. O alteraciones congénitas como la enfermedad de Scheuermann, que afecta a personas adolescentes.

Manifestaciones clínicas

Un diagnóstico temprano de esta condición es importante. Los síntomas suelen incluir dolor localizado en la zona dorsal o cervical, fatiga muscular por el esfuerzo que realiza el cuerpo para compensar la postura, reduce la movilidad de la columna, sobre todo al girar o inclinarse y en muchos casos, alteraciones neurológicas, como el hormigueo o pérdida de fuerza en las extremidades.

Si experimentas alguno de estos síntomas, es recomendable acudir a un neurocirujano para evaluar tu caso y determinar el tratamiento más adecuado.

Tratamiento de la cifosis dorsal y cervical

Para el tratamiento de la cifosis dorsal y cervical dependerá de la causa y de la severidad de la misma. En casos leves, los cambios de postura y ejercicios fisioterapéuticos suelen ser más que suficientes. Sin embardo, en situaciones más complejas pueden llegar a requerir intervenciones médicas más avanzadas.

Opciones terapéuticas

  • Rehabilitación física: los ejercicios dirigidos por un especialista ayudan a fortalecer la musculatura y mejorar la alineación de la columna.
  • Uso de corsés: algunas veces, sobre todo en adolescentes, el uso de dispositivos ortopédicos puede parar el avance de la curvatura.
  • Intervención quirúrgica: en las deformidades graves o cuando hay complicaciones neurológicas, el tratamiento quirúrgico se vuelve indispensable. Como neurocirujano en Granada, puedo afirmar que este tipo de procedimientos avanzados logra corregir significativamente la estructura vertebral y aliviar los síntomas.

Es fundamental recibir un diagnóstico personalizado que contemple todos los factores involucrados, desde el estado general de salud del paciente hasta el impacto de la cifosis en su calidad de vida.

Si notas que los síntomas afectan tus actividades diarias o si el dolor se intensifica, no dudes en buscar orientación especializada. El diagnóstico y tratamiento temprano pueden marcar la diferencia en la progresión de esta condición. Para cualquier consulta adicional, pide cita conmigo. Con muchos años de experiencia, te acompaño en cada etapa del tratamiento para garantizar tu bienestar y calidad de vida.

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